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El nuevo Museo Nacional de Oslo: un proyecto gigantesco que abarca una superficie de 54.600 metros cuadrados, y que reúne bajo un mismo techo a instituciones que antes se encontraban dispersas. El nuevo edificio, coronado por una resplandeciente «Sala de la Luz», conserva y expone el patrimonio cultural de Noruega en su totalidad. La iluminación de exposiciones con proyectores es obra de ERCO, y forma parte de un concepto inteligente e integral para una logística de iluminación que responde a los retos que supone la gestión de un museo de estas dimensiones tanto hoy como en el futuro.
La recuperación de los paseos marítimos es una tendencia urbanística global. También Oslo ha convertido con éxito las antiguas zonas portuarias y de tráfico ubicadas a orillas del fiordo en un atractivo barrio cultural. El elegante edificio atemporal del Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Diseño de Noruega se une ahora a la Ópera de 2008 y al extraordinario Museo Munch, en el espacio que ocupaba la antigua Estación Oeste. Esta estructura, compuesta por volúmenes cúbicos reducidos, no esconde su magnitud; envuelve en forma de L al antiguo edificio de la estación, que hoy alberga el Centro Nobel. La fachada de granito irradia firmeza, la «Sala de la Luz» sobre el tejado acentúa de forma reluciente, con su piel translúcida de mármol laminado, el horizonte de la ciudad en cualquier momento del día o de la noche.
Este espacio excepcional para exposiciones temporales, elemento clave del diseño del arquitecto Klaus Schuwerk de Kleihues + Schuwerk, demuestra claramente la importancia de la luz en este proyecto. «Primero surgió el concepto de la exposición. Junto con los arquitectos, nos preguntamos cómo plasmar la idea en un concepto para el edificio y el espacio. Nos salió de maravilla. La experiencia museística está determinada de forma decisiva por la arquitectura y el diseño de los espacios, en los que, por supuesto, la luz desempeña un papel esencial», nos explica Jon Geir Placht, director del proyecto. El museo representa un punto de convergencia para la identidad cultural de la próspera Noruega. De modo que la calidad tenía prioridad absoluta y, en consecuencia, los diseñadores y comisarios abordaron sin contemplaciones la iluminación de las exposiciones en las más de 90 salas. El Museo Nacional reúne bajo su techo a cuatro instituciones que anteriormente estaban dispersas: la Galería Nacional de Noruega, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Artes Decorativas y Diseño y el Museo de Arquitectura, que, no obstante, seguirá manteniendo su anterior sede, diseñada por Christian Heinrich Grosch.
El museo puso el diseño y la iluminación de la exposición en manos de los arquitectos italianos Guicciardini & Magni, de Florencia, que trabajaron en estrecha colaboración con el experimentado diseñador de iluminación Massimo Iarussi, quien ha realizado muchos otros proyectos expositivos y museísticos de primer orden, además de la Galería Uffizi, su proyecto estrella. Propuso un concepto de iluminación que logra el equilibrio: por un lado, hace honor a la enorme diversidad de temas, exposiciones y medios, y consigue mantener el suspense mediante los contrastes que presenta el ambiente. Por otro lado, permite una instalación y un funcionamiento racionales, gracias a una tecnología modular y flexible. «La luz se fusiona con la exposición, guía al visitante por el museo. Queríamos que tuvieran una experiencia tranquila y agradable, a pesar del gran tamaño y la cantidad de arte», nos explica Massimo Iarussi. «La diversidad caracteriza tanto al concepto de la exposición como al de la iluminación. Cada espacio se diferencia de los otros, debido al arte, a los materiales y también a la iluminación».
La estructura constante es la rejilla del techo que forman los raíles electrificados, que complementada con módulos de techos luminosos de otro fabricante, permite reproducir la impresión de un salón clásico con tragaluz. Los proyectores y bañadores de pared pueden resaltar cada obra expuesta de la luminosidad general dominante de manera casi imperceptible, o perfilarla en la oscuridad con fuertes acentos ricos en contraste, dependiendo del ambiente que se quiera aplicar en la sala. «La luz es la metáfora de un viaje en el tiempo. El diseño de la exposición representa una cronología que la iluminación subraya simbólicamente», nos cuenta Iarussi. «En las salas en las que se expone el arte de la Antigüedad, trabajamos con contrastes intensos. La luz se concentra mucho en las obras para darles más plenitud y presencia. Según nos acercamos al presente, la iluminación se vuelve cada vez más 'democrática': menos concentrada y más difusa. Al fin y al cabo, desde la Edad Moderna, el arte es accesible para todos, para toda la población. La luz difusa simboliza el acceso abierto al arte.»
Unos 5.700 proyectores y bañadores de la familia Parscan de ERCO se ocupan de esta tarea en el Museo Nacional. Esta gama es ideal para aplicaciones diversas y cambiantes que requieran la máxima flexibilidad, pues la plataforma técnica de Parscan no solo ofrece una eficiencia y calidad de luz superiores, gracias a su tecnología de lentes Spherolit y a sus LEDs con CRI>97, sino también una gran variedad de niveles de potencia y distribuciones luminosas. La flexibilidad inherente de los sistemas de raíles electrificados con proyectores se ve reforzada por las lentes intercambiables sin herramientas, que garantizan diferentes distribuciones luminosas. El diseño reducido y arquetípico de los proyectores Parscan forma un hilo conductor del diseño que abarca todo el museo. «La solución de ERCO permitió la mayor variedad posible. Por ejemplo, en la temperatura de color, que puede variar de un espacio a otro, y mediante las diferentes distribuciones luminosas. Para las escenificaciones ricas en contrastes, utilizamos una distribución luminosa narrow spot en un entorno oscuro. Para ello necesitábamos unas ópticas de máxima precisión que proyectaran un haz de luz preciso y sin dispersión», nos explica Massimo Iarussi.
Parscan se utiliza en una variante personalizada: los desniveles circundantes de la estructura del techo obligaron a alargar el brazo en la medida requerida. Nuestro servicio «ERCO individual» ofrece precisamente estas adaptaciones específicas de cada proyecto, y produce herramientas de iluminación que se ajustan a las necesidades de los diseñadores y a los requisitos in situ.
La mera entrega de los proyectores no es suficiente para la estrecha colaboración que tiene lugar hoy en día entre clientes, diseñadores y proveedores. Además del producto en sí, y las soluciones de problemas personalizadas, el paquete incluye cada vez más el asesoramiento y otros servicios que se fundamentan en las décadas de experiencia acumulada por ERCO en la iluminación de museos. En el Museo Nacional fuimos mucho más allá de la mera entrega de los proyectores personalizados: los técnicos de ERCO desarrollaron, en colaboración con el museo, unos carritos de transporte compactos y personalizados, a fin de garantizar una instalación sin complicaciones de los varios miles de luminarias en las distintas salas. Pueden recoger los proyectores de 15 segmentos de raíles electrificados que estén dispuestos como un estante, y hacerlos rodar cómodamente por el museo. Una cubierta de tela los protege contra el polvo que se forma en la obra. Como los raíles están electrificados, trabajos como el direccionamiento DALI de los proyectores se pueden realizar in situ en el suelo. «Con los carritos podemos transportar más fácilmente una gran cantidad de luminarias por el nuevo Museo Nacional, recorrer grandes distancias con mayor rapidez y, además, programarlas directamente. Los carritos nos permiten realizar el trabajo cotidiano de forma más eficiente y también nos facilitan la preparación de futuras exposiciones», nos explica Magnus Mikaelsen, técnico de exposiciones. Transcurrida la fase de montaje inicial, los carritos sirven ahora de módulos de almacenamiento compactos para el núcleo de luminarias del museo, al que se puede recurrir para las exposiciones temporales. Estas soluciones que ofrecen una calidad de luz óptima y una logística de iluminación perfecta son el valor añadido que sigue convenciendo a los museos más importantes de todo el mundo de trabajar con ERCO.
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Proyecto: Museo Nacional de Oslo, Oslo / Noruega
Arquitectura: Klaus Schuwerk, Nápoles / Italia, Arge Kleihues + Schuwerk, Berlín / Alemania
Diseño de iluminación (arquitectura): Rambøll, Copenhague / Dinamarca
Diseño de iluminación (exposición): Massimo Iarussi, Florencia / Italia
Diseño de la exposición: Guicciardini & Magni Architetti, Florencia / Italia
Fotografia: Iwan Baan, Amsterdam / Países Bajos, Tomasz Majewski, Oslo / Noruega
Productos: Parscan
Crédito fotográfico: © ERCO GmbH, www.erco.com, fotografia: Iwan Baan, Tomasz Majewski
La fábrica de luz ERCO, con sede en Lüdenscheid, es un especialista líder en iluminación arquitectónica mediante tecnología LED. La empresa familiar, fundada en 1934, opera en 55 países de todo el mundo a través de organizaciones de distribución independientes y empresas asociadas. Desde 2015, el programa de productos se basa completamente en la tecnología LED. Por este motivo, ERCO desarrolla, diseña y produce en Lüdenscheid luminarias digitales centradas en ópticas luminotécnicas, electrónica y diseño. Las herramientas de iluminación son producidas en colaboración con arquitectos, proyectistas de iluminación y electrónica y se utilizan principalmente en los siguientes ámbitos de aplicación: Work y Culture, Community y Public/Outdoor, Contemplation, Living, Shop y Hospitality. ERCO entiende la luz como la cuarta dimensión de la arquitectura y ayuda a los proyectistas a plasmar sus proyectos en la realidad con soluciones de iluminación altamente precisas y eficaces.
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