Museo Arqueológico de Madrid: objetos históricos escenificados de forma moderna

La colección del Museo Arqueológico de Madrid se centra en el arte ibérico, representado, por ejemplo, por la Dama de Elche. La iluminación de acento precisa de ERCO otorga a los objetos históricos expuestos una apariencia expresiva y actual.

El 4 de agosto de 1897 se convertiría en un día especial para Manuel Campello Esclápez, un muchacho de 14 años. Mientras trabajaba el campo cerca de la ciudad de Elche, se topó con una piedra de gran tamaño, que al ser examinada más detenidamente resultó ser un busto de mujer de calidad artística muy elevada. Actualmente es conocida como la 'Dama de Elche», está considerada como obra maestra del arte ibérico y puede admirarse en el Museo Arqueológico Nacional.

Renovación integral de un museo histórico para atraer más visitantes

El Museo Arqueológico Nacional, fundado en 1867 por la reina Isabel II, está especializado en hallazgos históricos de la península ibérica, y se completa con colecciones egipcias, griegas, romanas e islámicas. La exposición permanente permite al público interesado contemplar unos 13 000 objetos. Además de la Dama de Elche se pueden contemplar, por ejemplo, una réplica de la cueva de Altamira con pinturas rupestres de la Edad de Piedra, así como el reconstruido sepulcro de Pozo Moro del siglo VI.

Superficie de exposición adicional con zonas de transición dotadas de un diseño comunicativo

El edificio neoclásico fue construido en el siglo XIX según planos del arquitecto Francisco Jareño. A lo largo de los años, fue sometido a múltiples renovaciones y ampliaciones. Los trabajos recientemente completados se encomendaron al estudio Frade Arquitectos. La principal directriz consistía en preservar el carácter emocionalmente atractivo del histórico edificio y adaptarlo a los requisitos comunicativos y estéticos que debe satisfacer un museo del siglo XXI. Así, por ejemplo, los patios interiores recientemente techados y provistos de escaleras de caracol se utilizan también como superficie de exposición. Los objetos de gran formato pueden contemplarse desde las más diversas perspectivas.

Iluminación contrastada para dotar de expresividad a los objetos expuestos

Toda la exposición está resuelta con iluminación de acento. Se ha definido un nivel de regulación adecuado para cada sala de exposición, en función del tamaño y la superficie de los objetos expuestos. Se utilizan proyectores Optec y bañadores de pared con lente de ERCO con 12W, 1260lm y color de luz blanco cálido de 3000K, así como proyectores Logotec de ERCO con 12W, 1260lm y color de luz blanco cálido de 3000K. La flexibilidad de la instalación de iluminación es atribuible a tres factores: las luminarias están montadas en raíles electrificados, las lentes Spherolit pueden sustituirse sin necesidad de herramientas y los cuerpos de las luminarias poseen un diseño formalmente discreto.

Acentuación de detalles sutiles de obras de arte mediante luz exactamente dirigida

La Dama de Elche es una de las piezas más importantes de la exposición. Situada ante un fondo de color pardo rojizo, ocupa el centro de una sala por lo demás presidida por tonos cromáticos claros. Está iluminada por tres proyectores Optec de ERCO, dos de ellos desde los lados con la distribución luminosa spot y otro la ilumina desde atrás con la distribución luminosa wide flood. El color de luz blanco cálido de 3000K enfatiza el color de la piedra caliza. El juego de luz y sombra perfila con claridad los contornos del busto y mientras que los ojos dirigidos hacia abajo se mantienen ligeramente sombreados, los párpados se muestran especialmente luminosos, creando así una expresión viva y actual.

Datos del proyecto

Proyecto: Museo Arqueológico Nacional, Madrid / España
Propietario: Gobierno de España, Madrid / España
Arquitectura: Juan Pablo Rodríguez Frade, Madrid / España
Diseño de iluminación: Toni Rueda, Madrid / España
Fotografía: Frieder Blickle, Hamburgo / Alemania

Productos: Logotec, Optec, Bañadores de suelo
Crédito fotográfico: © ERCO GmbH, www.erco.com, fotografía: Frieder Blickle